La bicicleta: símbolo de transformación urbana
El IV Foro Mundial del 26 de febrero al 1° de marzo en Medellín
Por primera vez se realizará fuera de Brasil este evento que promueve la movilidad sostenible. Les contamos qué están haciendo algunos municipios de Colombia en esta senda.
Por: Elespectador.com

“La Massa Crítica sirve para mostrarnos que cuando nos
unimos y apoyamos unos a otros, podemos hacer frente a cualquier
oposición”.
Desde que comenzó este encuentro en 2012 se realizó
cada año en Porto Alegre y luego hubo una discusión para que la sede se
rotara en Brasil y llegó a Curitiba. En el último año los participantes
decidieron que, por primera vez, saliera del país y este año se
realizará en Colombia, en la ciudad de Medellín.
Carlos Cadena, un
colombiano que forma parte del colectivo La Ciudad Verde, en el que
trabaja por temas de acción ciudadana en torno a la sostenibilidad,
estuvo como ponente en el último foro de Curitiba y fue uno de los
responsables de proponer a Medellín como sede del encuentro de 2015.
“Nadie nos paga, somos ciudadanos que lo queremos hacer porque
necesitamos acciones concretas ya”, dice Carlos, que es el coordinador
del encuentro de este año en Colombia.
Para muchos puede tratarse
de un evento de ciclistas obsesionados y nada más. Pero, justamente,
quienes lo crearon y continúan realizándolo están convencidos del poder y
la necesidad de la acción ciudadana para reclamar cualquier cambio
urbano. En Curitiba, el tercer Foro Mundial de la Bicicleta logró que la
Alcaldía diseñara una política pública a favor de la bicicleta, que se
construyera infraestructura nueva como ciclorrutas y cicloparqueaderos, y
que se creara la gerencia de la bicicleta en la Secretaría de
Movilidad. Todo a punta del esfuerzo ciudadano.
Para Cadena el
cambio de mentalidad sobre la movilidad y la idea de tener ciudades para
todos “no le corresponde sólo al sector público. Criticamos y
criticamos sin importar quién llegue a la Alcaldía, pero les corresponde
también al ciudadano y a la unión entre academia y organizaciones”.
Insiste en que la idea no es mostrar al carro como el malo, pero sí
comprender que no puede ni debe ser la única opción, especialmente en
ciudades intermedias diferentes a Bogotá y Medellín, que apenas se están
organizando para su futuro.
De hecho, es en estas ciudades y
municipios menos visibles donde se están dando pequeños, pero
fundamentales cambios. En Manizales permiten el ingreso de bicicletas al
cable aéreo y están ajustando los detalles para lanzar su sistema de
bicicletas públicas, que conectará a las universidades con los
principales ejes de la ciudad. En la Ceja, Antioquia, “todo el mundo se
mueve en bicicleta y hace poco quitaron tres celdas de parqueaderos en
la plaza principal y pusieron 150 cicloparqueaderos que permanecen
llenos”, cuenta Carlos.
Medellín también ha tenido cambios en
medio del reclamo de los ciudadanos. En 2011 nació el sistema de
bicicletas del Valle de Aburrá y ahora en las estaciones del metro
permiten la entrada de los usuarios con sus bicicletas plegables y se
está dando la discusión de los espacios de ubicación para bicicletas que
deben tener los nuevos autobuses que hay en la ciudad, como relata
Marcela Trujillo, quien trabaja como subsecretaria de cultura de la
ciudad. Además, Medellín también empezará a tener vías compartidas para
que las bicicletas no tengan que rodar solamente en los andenes.
En
Bogotá hace unos días se realizó la decimoquinta edición del Día sin
Carro, que incluyó también la restricción de circulación para las motos,
y desde entonces se ha revivido la discusión sobre la posibilidad de
que la jornada se realice una vez al mes. Un debate que se incluyó en la
consulta popular con la que nació la idea original en la administración
de Enrique Peñalosa y no tuvo el visto bueno de los ciudadanos en ese
momento. Quince años después el alcalde Gustavo Petro asegura que sí
habrá nuevas jornadas este año, y que posiblemente también se decidirían
en una nueva consulta popular.
Aunque para muchos aún pueda ser
ridícula la idea de tener días sin carro, hace unos días Darío Hidalgo,
investigador de Embarq, recordaba que “para el 84% de los bogotanos,
todos los días del año son sin carro y sin moto”. Obviamente, mejorar el
transporte público es una tarea en la que falta bastante por parte del
Distrito.
En medio del debate sobre las acciones que se necesitan
para tener espacios más sostenibles, Édgar Cataño, director de ONU
Hábitat para Colombia, considera que en últimas la gran reflexión es
sobre el rol de las ciudades y el mejoramiento de la calidad de vida.
“El IV Foro Mundial de la Bicicleta es un espacio que más allá de hablar
del ciclista, de la bicicleta y del desarrollo urbano, puede trascender
en una lectura más amplia. Acá hay que romper esa cultura tan arraigada
del colombiano de parquear donde quiere, por ejemplo. El rol de las
ciudades es pensar en comunidad y para pensar en ese bienestar común el
tema de la bicicleta debe primar”.
Carlos Cadena también cuenta
que en el foro se lanzará la primera red colombiana de ciclistas
urbanos, con el objetivo de fortalecer las acciones para convencer a los
gobernantes de tomarse en serio los proyectos para la bicicleta, por
ejemplo. “Vivimos en ciudades donde hacer un puente intraurbano por $300
mil millones no es extraño, donde hacer vías tampoco es extraño. El
dinero lo podemos encontrar, pero todo parte de la voluntad política y
de la presión y el acompañamiento ciudadanos”.
El encuentro (del
26 de febrero al 1° de marzo en Plaza Mayor de Medellín) será la
oportunidad para que todo el país discuta sobre las otras alternativas
que hay para las ciudades y sobre ese símbolo de transformación urbana
que es la bicicleta, como lo repite Carlos Cadena.